sábado, 1 de octubre de 2011

El perdón.


En la vida somos tan pocos tolerantes y nos creemos grandes personas… no somos capaces de perdonar cuando alguien nos hace daño, cuando alguien habla mal de nosotros nos hacemos un gran lío y optamos por lo más fácil, no perdonar y no hablar a quien "nos hizo daño".
Yo ahora me pregunto, nosotros los seres humanos muy imperfectos ante los ojos de Dios, pero Él nos nos perdona una y otra vez. Y aunque mañana cometemos los mismos errores, su perdón y apoyo está ahí, para nosotras…

¿Por qué no podemos perdonar?
Si nos damos cuenta, la persona que perdona una traición, una deslealtad, lo que sea que ha de perdonar… es más feliz que las que no perdonan.

La capacidad de olvidar y perdonar el daño recibido nos permite vivir mejor.
Debemos aprender a manejar ese tipo de emociones, no es bonito estar enfadado con los familiares, amigos o pareja.
No sugiero que si tu pareja te es infiel debas perdonar todas las veces que lo hace, no, no es de eso. Hablo de perdonar algunas carencias de otras personas, por ejemplo, podemos tener buenos amigos pero que siempre andan con cosas raras y a la primera nosotras saltamos y nos enojamos, pasan los días y meses y no somos capaces de perdonar algo que se ha hecho sin malas intenciones. De ese perdón estoy hablando.
Cuando una amiga a quien le hemos confiado algo nuestro, va y lo divulga al primer enojo que tiene contigo, te molestas tanto que no quieres verle en la vida. Quizás haya sido sin ninguna mala intención, y es allí donde debemos tener cuidado, no seamos jueces y verdugos de las situaciones, si hay alguien que debe perdonar es DIOS, nosotros somos pecadores e insignificantes criaturas.
Seamos benevolentes con quienes nos hacen daño.Amar es nunca tener que pedir perdón.Errar es humano, y perdonar es divino…
Voy a ser buena persona dejando el orgullo a un lado, y voy a volver a llamar a quien pienso que me hizo daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario